miércoles, 11 de agosto de 2010

UN TANGO DE DENUNCIA SOCIAL: Malena

El pasado 18 de julio se celebró otra sesión de la tertulia literaria sobre las letras de los tangos en la Asociación de Amigos del Tango El Garage. El elegido fue Malena, cuya letra se reproduce a continuación.

MALENA
(1941)
Letra: Homero Manzi
Música: Lucio Demare

Malena canta el tango como ninguna
y en cada verso pone su corazón.
A yuyo (1) del suburbio su voz perfuma,
Malena tiene pena de bandoneón.
Tal vez allá en la infancia su voz de alondra
tomó ese tono oscuro de callejón,
o acaso aquel romance que sólo nombra
cuando se pone triste con el alcohol.
Malena canta el tango con voz de sombra,
Malena tiene pena de bandoneón.

Tu canción tiene el frío del último encuentro.
Tu canción se hace amarga en la sal del recuerdo.
Yo no sé si tu voz es la flor de una pena,
sólo sé que al rumor de tus tangos, Malena,
te siento más buena, más buena que yo.

Tus ojos son oscuros como el olvido,
tus labios apretados como el rencor,
tus manos dos palomas que sienten frío,
tus venas tienen sangre de bandoneón.
Tus tangos son criaturas abandonadas
que cruzan sobre el barro del callejón,
cuando todas las puertas están cerradas
y ladran los fantasmas de la canción.
Malena canta el tango con voz quebrada,
Malena tiene pena de bandoneón.

(1) Un yuyo es una hierba corriente, lo que suele considerarse mala hierba en los jardines o campos de cultivo.

Puede escucharse una versión de dicho tango en el siguiente enlace
http://www.todotango.com/spanish/las_obras/letra.aspx?idletra=29


COMENTARIO

En los dos tangos cuya letra he comentado en anteriores entradas del blog (Amarras y Ninguna), la presentación del tango en la tertulia literaria la hice yo y lo que aparece publicado en el blog es una síntesis de la misma. La presentación de Malena corrió a cargo de otra persona, un socio bien documentado, que hizo su análisis e interpretación de la letra con mucha sensibilidad. Mi comentario personal en el blog va a ser más breve y concreto que en los dos casos anteriores porque, como no debo ni quiero reproducir ideas ajenas, no me queda mucho que añadir a lo que allí dijeron otros.

Quizá Malena existió de verdad y Homero Manzi le dedicó este poema, sin revelarnos su verdadera identidad. A mí me parece que, más allá de esa posibilidad, Manzi ha querido perfilar un arquetipo: Malena es una cantante cuya voz no es bonita ni está bien educada (“voz de sombra”), pero que canta con todo el sentimiento (“en cada verso pone su corazón”). Esa cualidad le viene quizá de su infancia, en la pobreza del suburbio, o quizá de una difícil vida sentimental. Creo que cualquier aficionado a la música podría hacer una lista de cantantes reales, mujeres y hombres, que responden en mayor o menor grado a este arquetipo.
El carácter arquetípico de Malena queda absolutamente claro, a mi juicio, en la identificación del personaje con su trabajo: “Malena tiene pena de bandoneón”, “tus venas tienen sangre de bandoneón”. En ambas frases se identifica a Malena con el instrumento más específico de las orquestas de tango y, en última instancia, con el propio tango al que se dedica como cantante.

Casi al final de la última estrofa el autor describe con pinceladas poéticas una escena de pobreza suburbana, que me permito reinterpretar en prosa:
Es de noche en un suburbio pobre; sus habitantes han cerrado las puertas de sus casas y duermen o se disponen a dormir; ladran los perros. Unos niños abandonados, sin familia ni casa, cruzan un callejón embarrado de ese suburbio, buscando un lugar donde pasar la noche y quizá algo que comer.
Homero Manzi nos dice que los tangos de Malena son como esos niños, hijos del suburbio y de la pobreza. Quizá porque ella misma fue uno de ellos, cuando “su voz de alondra tomó ese tono oscuro de callejón”. El personaje se identifica de nuevo con su obra.

No son pocos los tangos cuyas letras revelan o denuncian situaciones de injusticia social. Malena es uno de ellos, aunque quizá la fuerza del personaje, su carácter arquetípico, haya dejado en segundo plano ese aspecto.