Querida amiga:
Tu visita fue fugaz y brillante, como el vuelo de un hada con alas de cristal. A tu paso fuiste dejando una estela de buena música, como el polvo de estrellas que se esparce cuando las hadas agitan su varita.
Pero, a pesar de la fugacidad, tuviste tiempo para bailar conmigo una tanda mágica. Te lo agradezco con esta carta fugaz.
Esas hadas demuestran que la vida no es un cuento, sino una hermosa realidad.
ResponderEliminarMe encanta leerte
María