miércoles, 21 de julio de 2010

¿POR QUÉ ME APASIONA EL TANGO?

Mi pasión por el tango no es sólo ni preferentemente literaria, aunque las tres primeras entradas del blog pudieran dar pie a pensarlo. Lo que más me gusta del tango es bailarlo.
Bailar es expresar la música con el cuerpo y al bailar se ponen en juego algunos de los mejores resortes físicos y psíquicos del ser humano, lo cual produce una intensa sensación de bienestar.
Primero se activa el oído: captar el ritmo, escuchar la melodía y sus distintas “voces”, discernir y degustar el timbre de los instrumentos que intervienen, sentir la armonía del conjunto, todo ello constituye una experiencia estética difícil de contar a quien no la ha experimentado.
De inmediato se activa todo el cuerpo: el ritmo de la música marca el ritmo de la caminada, los violines invitan a girar en un movimiento continuo, las variaciones de los bandoneones sugieren acelerar el paso y girar rápidamente, con movimientos bien marcados. Cada bailarín tiene su sensibilidad y su estilo, pero todos buscan fundirse con la música en una experiencia estética no meramente contemplativa, como ocurre cuando sólo se escucha, sino activa y, por ello, creativa.
Pero aún hay más: el tango es un baile de pareja, que se baila en abrazo, por lo que la experiencia estética es compartida con una persona del otro sexo (1). Cuando ambos logran fundirse al unísono con la música se funden también uno con otro, por lo que la experiencia estética se hace doblemente creativa, enriqueciéndose con otras sensaciones.
La experiencia de bailar unos tangos que a uno le gustan, abrazado a una bailarina con la que uno se compenetra bien, es verdaderamente emocionante.
Con el nombre genérico de Cartas a Milongueras voy a ir contando algunas de estas experiencias, como si se lo estuviera contando a ellas, aunque nadie sabrá a quién me dirijo.

(1) Normalmente, aunque cada cual puede hacer lo que quiera.

4 comentarios:

  1. Es un poco arriesgado asegurar que "nadie sabrá a quien te diriges". "Ellas" sí. De otra forma la compenetración no sería tan emocionante.

    Será una lectura interesante.

    Un abrazo

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  2. Puede que alguna lo sepa o sospeche que lo sabe, pero lo más probable es que ninguna se reconozca en lo que yo escriba. No voy a jugar a dar pistas de situaciones concretas, sino a expresar sentimientos personales con palabras. Entre lo que ellas recuerden haber percibido (si es que lo recuerdan) y lo que lean (si es que llegan a leerlo) puede haber muy poca relación.
    Ese mismo abrazo.

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  3. ¡Hola Eugenio!
    Me alegra ver una nueva entrada y además promete ser muy interesante, me ha gustado mucho este post, el tango ¡es tantas cosas! pero sobretodo sentimiento se baila desde y con el corazón...o desde el alma, me gustará leer esas cartas y lo mismo que desmenuzas las letras de los tangos, será muy interesante en esas cartas escuchar el tango en tus letras escritas desde tu experiencia.

    Besos, abrazos y petonets desde la ciudad condal.

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  4. He leido tu carta y ha llegado directa a mi alma tanguera. !!Lo que puede el tango!!. Sentir su pulso,su ritmo,su latido musical....el abrazo...pensar que todo ello puede llenar los silencios... y desembocar en una amistad para siempre....es un sueño.Yo tambien busco con la mirada al tanguero con el que me gusta bailar y sentir esos compases y a veces.... tengo suerte y se produce esa unión que (como dices)casi roza la perfección.
    Un abrazo.Ana.

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